El ex militar fue condenado por los delitos de tortura y denuncia calumniosa, como falta grave al deber de ejercicio funcional. El magistrado, Alexandre Antunes da Silva, condenó al ex teniente a 8 años, 1 mes y 9 días de prisión en régimen cerrado.
La condena fue publicada este viernes (26), en el Diário da Justiça, por el auditor militar. “La forma en que se llevó a cabo el crimen, la tortura, también pesó en contra del imputado, ya que, en coautoría con otros armados, tendió una emboscada a las víctimas, dificultando cualquier medio de defensa, pudiendo incluso debe considerarse que solo están vivos porque lograron desatarse y saltar de la parte trasera de la camioneta en la que viajaban, aún en movimiento”.
Las penas fueron aplicadas de la siguiente manera: 4 años y 2 meses y 12 días de prisión por el delito de tortura; y en 3 años, 2 meses y 15 días y el pago de 23 días-multa.
Molina fue excluido de oficio en aras de la disciplina y su exclusión fue publicada en el Diario Oficial el 13 de marzo. La exclusión fue firmada por el comandante del PMMS, Renato dos Anjos Garnes. Fue excluido por los delitos: “con fundamento en el § 1 del Art. 46, inciso III del Art. 113, Art. 114 y la primera parte del Art. 115, todos de la Ley Complementaria N° 053, de 30 de agosto de 1990 ( Estatuto del PMMS) y lo dispuesto en el Art. 13, inciso IV, inciso ‘a)’ del Decreto 1.261/81, más el § 2 del Art. 31 del RDPM, aprobado por Decreto N° 1260, de 02/10/81.”
denunciar por tortura
La denuncia fue presentada por el MPMS (Ministerio Público de Mato Grosso do Sul) el 8 de agosto de 2022, después de que el proceso inicial de 2020 fuera desmembrado. Sin embargo, se aclara que en la sesión de tortura también participó el hermano Márcio André Molina Azevedo, policía civil detenido en la Operación Codicia.
Así, se informa que el subteniente Molina comenzó a ‘investigar’ el asesinato de su hijo, ocurrido en junio de 2017, frente a una cafetería. El 15 de julio de ese año se habría acercado a los dos hombres que iban en una moto con su hermano y una tercera persona.
Relaciones familiares
En total, hubo 15 denunciados tras la operación, todos condenados en diciembre de 2021 por el juez federal Bruno Cezar da Cunha Teixeira, del 3º Juzgado Federal de Campo Grande. Las penas van de 3 a 61 años de prisión por tráfico de estupefacientes, encubrimiento de bienes y asociación para delinquir. La sentencia también determinó el pago de multas y pérdida de bienes.
El suboficial Silvio Molina fue condenado a 61 años, 11 meses y 21 días de prisión, además de pagar una multa de 6.576 días. El hijo del primer ministro, Jefferson, todavía operaba como líder operativo, pero murió en una emboscada preparada por sus rivales. Según la investigación, la sede de la pandilla estaba en Mundo Novo, donde el grupo operaba de manera similar a la mafia: los jefes de la organización eran de la misma familia y tenían estrechos vínculos con el PCC.
Además del subteniente, los ‘gerentes’ de la organización también recibieron sentencias más largas. Tenían la tarea de organizar a los conductores que transportarían las cargas. Las penas para los directivos oscilan entre 20 y 31 años de prisión. De acuerdo con la decisión de la Corte, la familia involucrada en la organización tuvo un papel decisivo en la conducción del esquema y evitó relacionarse con intermediarios y administradores.
La información es que los ejecutores de las órdenes prácticamente no tenían contacto directo con la cumbre y favorecían las reuniones personales con los intermediarios. “Todos fueron calificados de armados y violentos, habiendo promovido una guerra entre facciones locales de Mundo Novo, culminando en persecuciones, torturas y asesinatos de rivales”, dice la sentencia.