Al mismo tiempo, reconozco que la próxima administración tenderá a ser innovadora “en términos de ejecución, implementación, construcción de infraestructura pública de aquí a posponer”. “En ese sentido, tenemos que buscar no solo inversiones públicas per se, sino también involucrar al sector privado. Yo creo que lamentablemente después de la gran Alianza Público Privada (APP) que terminó en la ruta PY02, que ha sido un éxito, no ha continuado con otras obras en la misma modalidad. Entonces, vamos a tener que intentar impulsar nuevamente la APP, y ver cómo podemos involucrar al sector privado en la construcción de infraestructura”, insistió Fernández.
Al mismo tiempo, el expropietario de la casa matriz del banco reflexionó sobre la deuda que tiene el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) con las empresas contratistas, a lo que aludió porque “parece ser que a veces estamos luchando con la cantidad de inversiones que lo que se está haciendo, tratando de recuperar el tiempo perdido”.
Balance. Asimismo, los economistas precisaron que el próximo gobierno deberá equilibrar lo que es el tema de construir infraestructura, “absolutamente necesaria”, con lo que sería la balanza de mantener el equilibrio macroeconómico, en especial el fiscal, “que también es absolutamente necesario”.
“Y la construcción de infraestructura no solo debe limitarse a la construcción de rutas, como fue en este caso la APP de la ruta PY02, sino que también debe involucrar otros aspectos, incluyendo de repente lo que podría ser la reconstrucción de escuelas. Para mí esto también es infraestructura”, declaró Fernández Valdovinos.
En ese sentido, opinó que es “fundamental para el próximo gobierno” reconstruir los lugares “donde se está educando a nuestros hijos”. Consideren que los futuros administradores del país deben mirar ejemplos de otros países de la región, como la infraestructura escolar en Uruguay, donde hay “un sistema muy bueno”, que básicamente incorpora al sector privado, no solo en la construcción, sino también en el mantenimiento de las escuelas.
De hecho, desde la Cámara Paraguaya de Vialidad (Cavialpa) se ha señalado que el sector privado y público deben unir esfuerzos para incrementar los niveles de inversión en obras de infraestructura. Respeto, pretendieron aprovechar normas como la ley de APP, la ley Llave en mano o la ley de Concesiones.
Por cierto, el propio ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, había reconocido que la colaboración de las empresas es crucial para sostener la inversión necesaria. “Es fundamental una mayor participación del sector privado en un menor espacio fiscal”, había subrayado.
“Si hay que reducir la brecha”
El ingeniero Paul Sarubbi, presidente de la Cámara de Carreteras de Paraguay, coincidió en que un desafío importante para el próximo gobierno es poder ver, dentro de las limitaciones macroeconómicas de la deuda y la Ley de Responsabilidad Fiscal, cómo incluir en el déficit fiscal lo que se necesita. para revertir la infraestructura. “Tiene que ser entre 3 y 4% del PBI por año, estamos hablando de entre USD 1.200 y 1.500 millones que tiene que invertir el Estado anualmente. El gobierno tiene que ver cómo lograr esos márgenes, porque hoy en día, según diferentes estudios, el déficit de infraestructura está entre US$ 28.000 y 35.000 millones”, detalló. Añadió que actualmente no está invitando ni USD 1.000 millones, y que si sigue las recomendaciones se tarda 30 años en poder hacer lo que queda, sin sumar las necesidades que van a surgir. “También hay necesidad de mantenimiento, porque hoy en día no se están manteniendo las vías de manera adecuada”, dijo Sarubbi.
LAS FIGURAS
28.000 millones de dólares es, básicamente, el actual déficit de inversión en infraestructura que tiene Paraguay.
Un mínimo de 1.200 millones de dólares al año es lo que Paraguay debe invertir en infraestructura para poder avanzar.