Conforme los agricultores echan las semillas por etapas, se detectó que el pesado estaba en el medio cultivo con un 41% de concentración, seguido del tempranero en un 33% y retraso en un 26%.
En cuanto al rendimiento, el presidente del Inbío, Alfred Fast, explicó que el promedio es de 2.565 kilos por hectárea, muy superior a los 979 kilos que se lograron en 2022, cuando los productores no alcanzaron el costo de los insumos. El sector estima que a partir de los 1.500 kilos por hectárea se cierran las cifras, pero sólo para pagar los gastos, es decir, se logró un margen positivo del 41% en la campaña reciente.
“Hay un excedente y viene bien para llenar el hueco que dejaron los productores el año pasado”, dijo Rápido.
Sin embargo, hay zonas que reportan una baja producción, como es el caso de San Pedro y Concepción, donde el rendimiento no llega a los 1.500 kilos.
Algunas sorpresas. El estudio se realiza mediante teledetección satelital y sistemas de información geográfica.
El consultor Antonio Pekholtz comentó que un fenómeno que ha llamado la atención es el aumento del cultivo de soya en campos bajos que generalmente se utilizan para arroz. “Eso significa biotecnología”, dijo sobre la adaptación de la soja a suelos considerados no aptos para la oleaginosa.
Sin embargo, aclaramos que no es necesario reemplazar el arroz, sino que la soya se utiliza como elemento rotativo que también sirve para eliminar el arroz rojo y aportar nitrógeno a la tierra, permitiendo así que el productor pueda degustar.
Los dados no contemplan la soya zafriña.
Entradas importantes de divisas
De mantenerse el ingreso de USD 555 por tonelada de soja exportada, el 2023 podría cerrar con más de USD 5.000 millones a través de granos y sus derivados como harina y aceite.
Aunque las acciones fluctúan y la Bolsa de Valores de Chicago tiende a caer durante el resto del año, el volumen de dinero será igual de importante.
Potencial. Según el presidente de la UGP, Héctor Cristaldo, la Región Oriental tiene un potencial de 8.700.000 hectáreas, el uso agrícola de sus tierras asciende a 5,6 millones de hectáreas, donde los cultivos extensivos tienen una participación de 3,6 millones de hectáreas. El resto se destina a otros rubros agrícolas y barbacoa.
En ese sentido, el sector sojero recordó que siempre ha estado subutilizado en el país.
Otra peculiaridad de nuestra agricultura mecanizada es que Paraguay es uno de los pocos países que puede sembrar cinco cosechas en dos años.
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