Según la conductora, Laurine Antunes, de 40 años, tras dejar a su madre en una cita, se dirigía a una panadería de la región. Al pasar por el cruce, golpeó el auto de la aplicación que la seguía en Fernão Dias, en dirección al barrio / Shopping Campo Grande. Explicó al Jornal Midiamax que notó la señalización horizontal, trató de frenar, pero no pudo evitar el choque.
Con el impacto, el Argo cayó junto a la acera. El vehículo era conducido por un hombre de 30 años y un pasajero de 29 años en el asiento trasero. Fue rescatada por el Cuerpo de Bomberos consciente y orientada, pero quejándose de fuertes dolores, fue retirada dentro del vehículo y tuvo que ser retirada por la parte delantera. Pidió correr al trabajo, en el centro comercial, siendo llevada al Hospital Unimed.
Se alquila el vehículo y la empresa acude al lugar para verificar detalles y contactar al asegurado. El conductor no resultó herido y permaneció en la carretera. Las vías no estaban bloqueadas, ya que el auto cayó cerca de la acera y no de la calle.
imprudencia en el trafico
Viviendo cerca desde hace 2 años, la maestra Vera Terras, de 58 años, dice que vivir con la imprudencia en el tráfico complica incluso al salir del garaje. El lugar está ocupado durante la semana, ya que sería utilizado como acceso directo a la Avenida Três Barras.
“No hay señales, después del semáforo se convierte en una pista de carreras. Bromeamos que vivimos en Interlagos. Los motociclistas han estado tocando sus bocinas desde esto hasta Três Barras [duas quadras do local]. Pedimos cambios a Agetran y todavía no se ha hecho”, concluye.